Uno de los aspectos más complicados a tener en cuenta a la hora de desarrollar una estrategia de marketing es crear un vínculo que nos permita conectar con nuestro público. En este sentido, las marcas enfocan todos sus esfuerzos en investigar las necesidades del mercado e imaginar la manera más eficaz de mostrar su “lado más humano” y qué este sea percibido por sus clientes. Por otra parte, la competencia es cada vez mayor, lo que acentúa aún más la necesidad de establecer elementos diferenciadores que nos acerquen a nuestros potenciales consumidores.
Entonces, ¿cómo podemos conectar con nuestra audiencia y conseguir que las relaciones que se establezcan perduren en el tiempo? A continuación te mostramos algunas claves para desarrollar estos vínculos con tus consumidores mediante el marketing emocional y, en especial, gracias al desarrollo del sentimiento de nostalgia.
¿Qué es el marketing emocional?
La finalidad principal del marketing emocional es generar sentimientos y emociones en los consumidores de manera que presenten una cierta predisposición hacia el producto o la marca. Un porcentaje bastante elevado de nuestras decisiones son fruto de nuestro subconsciente, por lo que activar esa parte del cerebro mediante emociones y reacciones positivas provocará un aumento del interés de los consumidores.
En definitiva, el marketing emocional pretende apelar a las emociones de modo que se establezcan vínculos de naturaleza emocional y afectiva con los consumidores. En este momento, cabe plantearse: ¿cuáles son las principales emociones que se utilizan? Debido a su gran impacto, los sentimientos más susceptibles de empleo son la felicidad, la nostalgia, la tristeza y el miedo, entre otros.
Ventajas de este tipo de marketing
Las emociones, tanto positivas como negativas, ejercen gran influencia a lo largo de todo el proceso de compra de un consumidor, pudiendo incluso hacer que las ventas de cierto producto se disparen. Establecer ese vínculo tan valioso entre la marca y su público presenta multitud de ventajas, entre las que destacan:
- Valor agregado a la marca: gracias al marketing emocional, los consumidores no solo asociarán la marca con un producto en concreto o sus características, sino también con las emociones y experiencias que desarrollaron durante todo el proceso.
- Fidelización de clientes: crear relaciones a largo plazo con los consumidores es uno de los objetivos principales de todas las marcas. Crear esa conexión emocional entre empresa y cliente incrementará la posibilidad de compromiso entre ambas partes.
- Diferenciación: tal y como hemos mencionado con anterioridad, el mercado es altamente competitivo, por lo que es fundamental diferenciarse del resto de marcas. Si consigues que el cliente asocie tu marca con un sentimiento, estado o emoción concreto lograrás crear un vínculo único, el cual asociará a tu marca, y no al resto de la competencia.
La nostalgia, una emoción clave
Como hemos mencionado anteriormente, la nostalgia es una de las emociones más sugerentes a la hora de diseñar una estrategia de marketing emocional. Esto ocurre aún con más frecuencia durante la Navidad, ya que durante estas fechas aumenta nuestra sensibilidad hacia ciertos temas como el amor, la familia o el recuerdo. Durante la época navideña las empresas desarrollan distintas estrategias o planes de marketing con los que incentivar el consumo durante estas fechas, fidelizar a sus clientes o darse a conocer en el mercado.
Pero, ¿qué es exactamente la nostalgia? A grandes rasgos, este sentimiento pretende evocar momentos del pasado que han tenido un impacto en nuestra vida, por ejemplo la juventud, etapa de la vida asociada comúnmente a la inocencia, las responsabilidades reducidas y al disfrute del momento. Además de referirse a situaciones pasadas, la nostalgia suele asociarse a personas, seres queridos que no se encuentran entre nosotros o de los que disfrutamos con menor frecuencia hoy en día.
Aunque a simple vista pueda parecer que este sentimiento tiene implícitas emociones y sentimientos negativos, realmente conlleva todo lo contrario. Experimentar nostalgia beneficia nuestro estado de ánimo, nos ayuda a conectar con nuestro entorno, propicia una mejora del autoestima y por tanto una imagen positiva sobre nuestra vida actual y, en general, suscita la creación de sentimientos positivos sobre nuestro futuro.
Cómo incorporar la nostalgia en una estrategia de marketing
Al igual que ocurre en toda estrategia de marketing, es primordial realizar una investigación previa del mercado. En este sentido, enfocarse en el público objetivo juega un papel fundamental, además de examinar las estrategias de la competencia, para analizar qué elementos utilizan y cómo estos repercuten en las decisiones del consumidor. En cuanto a la inclusión del sentimiento específico de nostalgia, es conveniente tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Elegir el momento adecuado: es necesario tener en cuenta que la época idónea para evocar la nostalgia puede variar según el segmento de la población en el que te enfoques. Por lo tanto, es fundamental determinar qué épocas del año o en torno a qué circunstancias tus consumidores son más susceptibles de desarrollar nostalgia. Sin embargo, la Navidad es una festividad que suscita emociones en el público a nivel general y las campañas de publicidad navideña generan un gran interés en los consumidores, por lo que puede ser el momento idóneo para implementar tu estrategia.
- Cuidar la estética: el uso del blanco y el negro, los tonos sepias y marrones, y emplear cualquier elemento que evoque a lo antiguo son herramientas muy útiles para crear ese sentimiento de nostalgia en el consumidor. Otra idea es incluir en los anuncios y las campañas la presencia de personas mayores, que despertarán el recuerdo de nuestros abuelos y bisabuelos y generarán un sentimiento de ternura. Es necesario tener en cuenta que todos estos elementos deben añadirse ajustándose fielmente la imagen de la marca.
- Reutilizar contenido de la marca: la nostalgia pretende rememorar épocas del pasado, por lo que puede ser apropiado combinar conceptos antiguos de la marca con nuevas ideas. Esto implica actualizar los contenidos sin dejar de lado la esencia de la campaña antigua, incluyendo incluso imágenes o eslóganes que ya hayan sido empleados por la empresa. Cuidar cada detalle marcará la diferencia en tu estrategia de marketing.
Ejemplos del uso de la nostalgia en la publicidad
- Cola-Cao. Seguro que has escuchado alguna vez la mítica canción del Cola-Cao. Aunque parezca mentira, ¡la primera vez que se emitió esta sintonía fue en el año 1955! La marca ha comprobado que, por mucho que pasen los años, esta canción siempre triunfa, por lo que es un elemento muy recurrente en las campañas publicitarias de Cola-Cao.
- Pokémon Go. No es un secreto que Pokémon marcó a toda una generación y supuso un antes y un después en el mundo de los videojuegos y las consolas. Veinte años después de su lanzamiento, la marca decidió dar un giro y apostar por el marketing nostálgico, sacando al mercado una aplicación para móviles en la que combinaba el clásico videojuego con la realidad aumentada. Una apuesta arriesgada que logró cautivar tanto a los antiguos jugadores de Pokémon como a los millennials.
- Coca Cola: el año pasado, la mundialmente conocida marca de bebidas lanzó una campaña publicitaria bajo el lema “Esta Navidad, el mejor regalo eres tú”. Simplemente leyendo el título provoca reacciones positivas pero, al añadir el vídeo en el que el regalo que había pedido un padre por Navidad era su propia hija, es imposible no generar en el público sentimientos de nostalgia y despertar todo tipo de emociones afectivas.
Desde The Salmon Factor queremos animarte a que des rienda suelta a tu creatividad y tu imaginación y muestres el lado más humano de tu marca. ¿Te animas a crear una estrategia que consiga emocionar a tu audiencia?
Por último, no queremos dejar pasar la ocasión para desearos: ¡Felices Fiestas y Feliz Navidad!