[:es]Juan Benítez, socio director de comunicación de The Salmon Factor, propone una fórmula del éxito para la gestión de marketing en el foro de expertos de la Revista 155 de ASINTRA.
La “pata coja de la mesa” es uno de los símiles que se pueden usar para explicar los déficits que aún presentan algunas empresas para gestionar el área de marketing por su empeño de mantener acciones tácticas y planes de marketing que no van en sintonía con el devenir social. Juan Benítez, socio director de Comunicación de The Salmon Factor (TSF), recurre a este recurso retórico para esclarecer esta realidad y proponer así una solución a la encrucijada valiéndose del ‘Outsourcing’, una fórmula del éxito para la gestión de marketing, en la sección del foro de expertos de la Revista 155 de ASINTRA.
Branding, relaciones públicas, comunicación e investigación del mercado pero, ¿dónde queda el cliente? Esta cuestión es la que se plantea el director de marketing y comunicación de TSF, recurriendo a Philip Kotler y valiéndose de su ley: “la clave para alcanzar los objetivos de la organización reside en identificar las necesidades y deseos del mercado y adaptarse para ofrecer las satisfacciones deseadas por el mercado de forma más eficiente que la competencia”.
Conocer al cliente y las tendencias, mantener una comunicación bidireccional y aportar soluciones creativas; así como actuar de un modo eficiente y más eficaz que la competencia es vital para las empresas pero para conseguirlo el plan de marketing tradicional no es suficiente. “El mundo ha cambiado más en los últimos 50 años que en los cinco siglos anteriores. Esto ha provocado que haya que adaptarse a mayor velocidad y tomar decisiones estratégicas constantemente”, comenta Juan Benítez y añade, “ha ganado peso la puesta en marcha de acciones tácticas para probar, sacar conclusiones y tomar esas decisiones, frente al estudio exageradamente profundo para planificar a tres o cinco años el devenir de la empresa”.
Entonces, ¿qué acción táctica usar si la programación pasó a ser un método caduco? Como bien sostiene el director de comunicación de TSF, no se puede sostener el negocio sin vender. Sin embargo, existe una solución, que no implica el incremento de personal ni tampoco engrosa las cifras de los gastos del balance empresarial: la Externalización o el Outsourcing.
¿EXTERNALIZACIÓN/OUTSOURCING?
La Externalización o el Outsourcing es una alternativa eficaz y sostenible, que sirve de apoyo a un departamento de marketing con necesidad de dirigir y coordinar este ámbito sin perder tiempo en actividades “higiénicas” de este área o en ejecución de tareas que limitan la perspectiva y la capacidad de decisión, eso que se suele razonar como que “el día a día nos engulle”, esclarece Juan Benítez.
Para dar respuesta a esa necesidad, el Outsourcing aporta ventajas significativas:
- Libera de tiempo y permite gran reactividad tanto al gerente como a los diferentes responsables o trabajadores.
- Ahorra dinero a la hora de apoyar a la empresa para sacar el trabajo adelante.
- Aporta una visión diferente de la organización y el negocio por parte del proveedor de marketing, desde una posición de compromiso, pero con la distancia suficiente como para identificar puntos débiles y sugerir soluciones de mejora, por creatividad, innovación y ‘know-how’.
- El partner en marketing dispone de más capacidad operativa, al estar en la actividad empresarial sin necesidad presencial.
- No es necesario asumir el coste social y humano de un departamento completo de marketing, lo que mejora la viabilidad y la sostenibilidad en este área y en la empresa.
NO TODO VALE
Teóricamente, el Outsourcing convence pero asaltan dudas para aplicar a la práctica esta alternativa y elegir una empresa eficiente y eficaz que sepa llevar a cabo la gestión de marketing. Para ello, Juan Benítez se vale a dos elementos claves: la experiencia y la confidencialidad.
Experiencia. Se observa en los perfiles del equipo dispuesto para el trabajo, siendo de vital importancia que tenga una trayectoria, una formación y una visión orientada y alineada con el cliente. Es decir, que dispongan tanto de la empatía (ponerse en el lugar tanto del cliente final de todo el servicio, como de su propio cliente), como de una especialización operativa con visión y una actividad de marketing producto de un trabajo codo con codo y alineado.
Confidencialidad. Un proveedor de marketing que utiliza la imagen de sus clientes para hacerse promoción en sus herramientas de comunicación externa –dossier, folletos, web, redes sociales…–, está defraudando la confianza depositada por su cliente.
El Outsourcing no es sinónimo de economizar, ni de despreocupación, ni tampoco una herramienta más. Externalizar un servicio es un crecimiento en el compromiso de la empresa con sus clientes, con su actividad y con su capacidad de mejora. Por tanto, bien ejecutado, es una decisión estratégica rentable y de futuro. Y tú, ¿evolucionaste y superaste las acciones tácticas de marketing que no van en sintonía con el devenir social? ¿Usas outsourcing para reparar la pata coja de la mesa?[:]
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